El amor verdadero
Se avecina el fin de año y es el momento de sentirnos más emocionales, más agradecidos, más plenos y hasta más críticos con lo que consideramos hicimos bien o mal. Sin embargo, el sentimiento generalizado es experimentar una dicha por lo bonito que nos pasó y dejar atrás tantas bobadas, peleas y frustraciones.
Las que somos mamás, evidentemente andamos con el corazón llenito de dicha por nuestros hijos, recibimos con alegría el poder celebrar las fiestas en familia y el abrazarnos agradeciendo por las cosas bonitas que nos pasaron y también por los aprendizajes, porque en este momento de la vida también entendemos que la plenitud viene de la mano de los momentos complicados. En esta edición retratamos a la bellísima Daniela Ospina y a su hijita Salomé y queríamos aplaudir ese vínculo precioso de madre e hija.
Lo cierto es que esto de la maternidad es instintivo, se crea dando vida y a través de vínculos emocionales. Es sorprendente cómo antes de concebir, antes de nacer, antes de conocer a tu bebé mueres de amor. Eso es un milagro. El momento de conocerlo es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura de que conocerás al amor de tu vida, y a mí me ha pasado cuatro veces, con los nacimientos de mis cuatro hijos: María José, Jacobo, Emilia y Agustín.
Si hay un amor verdadero es el amor de una madre. Solo la existencia de nuestros hijos nos enseña a amar de manera incondicional y a pensar en nuestros hijos antes que en nosotras mismas, porque nuestra felicidad depende de la suya. Solo llegamos a ser plenamente felices cuando les vemos a ellos felices.
Sin embargo, también hemos entendido que es indispensable sentirnos plenas con nosotras mismas. Claro, cumpliendo con nuestros roles maternales, pero también teniendo el tiempo para nosotras misma y para poder hacer esas cosas que nos hacen felices o pudiendo lograr cumplir esos placeres que nos alegran el alma. Un vino con los amigos, una fiesta de vez en cuando, hacer ejercicio y tener ese tiempo para escuchar nuestra alma, el placer de compartir en pareja o gozarnos un libro en el parque o ese capítulo de esa serie que nos tiene enganchadas, sin interrupciones.
Cuando te conviertes en madre tu corazón empieza a latir fuera de tu cuerpo y ya se encuentra allá donde estén tus hijos, donde su corazón te lleve... El momento de conocer a tu bebé es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura de que conocerás al amor de tu vida y me enternece la forma en la que Dani Ospina habla de su amada Salomé. Qué dicha empezar a celebrar el fin de año de la mano de estas mujeres que admiro y que me inspiran. Abrazo fraterno para todos los que me leen y que forman parte de esta gran familia de Revista ALÓ. ¡Los quiero!