A 15 metros, aproximadamente, se vio la elegancia de la Señorita Cartagena, Élida Castro; la belleza de la huilense, Lorena Hermida; la distinción de la vallecaucana, Lucía Aldana, y el favoritismo de San Andrés, Laura Archbold.

Cartagena es encantadora y siempre lo será. Y las reinas tienen su espacio en el mar el día del desfile de balleneras, aunque ya no con tanta gente esperándolas en la playa ni tantas embarcaciones a su alrededor.

Sin embargo, la espuma con la que se bañan los locales, el whisky (en tamaño litro, aquí poco las botellas) y la cerveza en lata hacen parte de la tarde en la que las candidatas a Señorita Colombia salen por la bahía.

El asunto no les gusta tanto a los taxistas, para quienes el cierre de vías en algunas zonas aledañas a la playa les impide hacer más carreras, pero igual aprovechan. Un trayecto de 5.000 pesos se vuelve de 7.000 pesos que cobran sin ningún tipo de cargo de conciencia.
Eso sí, preguntan si las reinas son bonitas. “¿Cuál le gustó, seño?”.

Y la respuesta, después de verlas por primera vez, en vivo y en directo y a unos 15 metros de la playa, pasando en sus balleneras, puede ser equivocada y relativa. 

Pero en sus embarcaciones, un poco lejos y de a dos, la primera que realmente impactó fue la reina de la casa, Élida Castro; seguida de la huilense, Lorena Hermida.
Castro es una de las más altas (1,78 metros) y eso puede favorecerla en un universo donde el promedio es 1,70 metros. Además, se le nota cierta altivez, mucho encanto y orgullo de su raza morena, así como una gran seguridad.

La huilense también se vio bien en su traje de baño de dos piezas, con un cuerpo trabajado, mientras la tolimense Karol Quintero y la del Meta, Margarita Peralta, tienen porte de reina, aunque muchos afirman que les hace falta más actitud, indispensable en este concurso y en todos los aspectos de la vida.

La sanandresana Laura Archbold es, de verdad, la reina con más seguidores. De todas las embarcaciones que siempre rodean a las candidatas en esta actividad hubo aplausos para ella.

Al final del desfile, la reina del Valle, Lucía Aldana, apareció sola. Ser impar el número de aspirantes al título le permitió ir sin compañía y que todas las miradas se fijaran en ella. Su cuerpo se ve muy sano a 15 metros de la playa.

Pero con una distancia de esas, todo es especulación. Lo cierto es que en el desfile de mañana en la noche, el de traje de baño, se verán las verdades, sin mar ni metros de por medio.